Este verano fue tan loco, salí de fiesta mucho y salí casi 4 días a la semana. Claro, esos momentos fueron divertidos y no me arrepiento de nada. El problema viene una vez que el verano termina y es hora de volver a la rutina normal de trabajar y estudiar. Aunque este cambio pueda sonar trivial, no lo es, déjame explicarte.
Personalmente, divido mi vida en dos períodos, el período “social” que ocurre en verano (de junio a agosto) y el período de “mejora”. La diferencia entre ellos es que mientras en el período de “mejora” mi enfoque principal es acercarme a mis metas y ambiciones personales, en el período “social” no hay un objetivo específico, es un período para vivir nuevas aventuras.
Ambos períodos son importantes para tener una vida equilibrada de trabajar en mis metas y vivir nuevas experiencias que me inspiren a seguir trabajando hacia mis sueños. Quedarme atascado en un período es malo ya que empiezo a perder el equilibrio y la vida podría volverse caótica.
Este año en particular, estaba luchando con esta transición, así que intenté idear un plan que facilitara esta transición para los años futuros.
Las rutinas y los hábitos son difíciles de mantener y de establecer en primer lugar, todos sabemos lo difícil que es construir el hábito de ir al gimnasio o cualquier hábito en general. La clave cuando se trata de recuperar los hábitos y rutinas “previos al verano” es recuperarlos uno a la vez, de esta manera tendrás más tiempo para dedicarte a cada uno.
Recuperar hábitos pasados es difícil cuando estás manteniendo los hábitos del período “social”. Cosas como descuidar tus entrenamientos, salir 5 veces a la semana o beber alcohol entre semana son claros ejemplos de eso.
Para deshacerme de esos hábitos se me ocurrió la idea de hacer un período de desintoxicación de 3 semanas. Ahora, puede que te preguntes, ¿qué quiero decir con “período de desintoxicación”?
Bueno, es como un castigo autoimpuesto en el que voy a limitar todas las actividades que me están dificultando la transición al “modo de mejora”.
Al hacer eso, puedo reemplazar los hábitos “sociales” por hábitos de “mejora” como leer o ir al gimnasio. Aunque esto puede sonar muy fácil, en realidad es difícil tener la fuerza de voluntad necesaria para limitar los hábitos “sociales”.
Ahora que este “período de desintoxicación” casi ha terminado, puedo decir que mis viejos hábitos han vuelto, y tengo el tiempo necesario para escribir este breve artículo sobre mi experiencia.
Gracias por leer, y espero que encuentres este texto útil para recuperar el orden en tu vida.