5 min

Explorando tus zonas de confort e incomodidad

Esta publicación ha sido traducida utilizando inteligencia artificial. El contenido original está disponible en inglés. Código que genera traduccion.

Creo que mucha gente no entiende el concepto de “zona de confort”. Yo estaba equivocado al respecto, pensaba que la única manera de salir de mi zona de confort era viajar, ir de fiesta mucho o convertirme en un tipo seguro de sí mismo. La verdad es que hay mucho más que eso y quería usar esta publicación para explicar cómo el confort y la incomodidad dan forma a nuestras vidas.

Comencemos por definir lo que entiendo por “zona de confort”. En mi opinión, la zona de confort es el conjunto de todas las actividades que realizas cómodamente y sintiéndote seguro. Por otro lado, la “zona de incomodidad” es el conjunto de aquellas actividades que te causan fricción o malestar. Cada persona tiene sus propias zonas de confort e incomodidad, ya que no todos se sienten seguros en las mismas situaciones.

Para hacer este post más dinámico, quiero que te tomes un momento y enumeres algunas actividades dentro de tus zonas de confort e incomodidad.

.

.

.

¿Escribiste la lista? Probablemente no, si lo hiciste, felicidades, sigue leyendo abajo. Si aún no lo has hecho, te daré otra oportunidad, escribe esa lista.

.

.

.

Espero que a estas alturas tengas tu lista escrita, si no es así, pregúntate por qué, ¿qué te impidió hacerlo?

Analicemos lo que acaba de suceder. Estabas leyendo cómodamente hasta que, de repente, rompí la comodidad introduciendo un ejercicio. Probablemente no tenías ganas de hacerlo, así que comenzaste a escuchar a tu cerebro crear excusas para mantenerte en una posición cómoda. Milisegundos después, tu cerebro creó la excusa perfecta y seguiste adelante. Puede sonar complicado, pero espero que esto tenga sentido; después de todo, lo sentiste por ti mismo.

En este ejemplo, la tarea que decidiste descuidar era algo trivial, pero pregúntate, ¿qué habría pasado si se te hubiera presentado algo importante que no tenías ganas de hacer? La respuesta es que probablemente habrías respondido como expliqué. Apesta que nuestro cerebro cree excusas para mantenernos perezosos y cómodos todo el tiempo, pero, ¿por qué sucede esto?

Aunque no soy experto en psicología, la zona de confort suena como un mecanismo desarrollado hace mucho tiempo para ayudarnos a sobrevivir en el mundo hostil en el que solíamos vivir. Este mecanismo promueve hacer cosas y visitar lugares que hemos experimentado antes para evitar tener que luchar constantemente con situaciones nuevas e incómodas. Puede haber sido un gran mecanismo para aquellos tiempos, pero en la sociedad actual nos está limitando.

Hoy en día, todo en la sociedad está diseñado para ser cómodo y agradable, piensa en las entregas de comida o Amazon con envío al día siguiente. Esos servicios son muy convenientes, pero tienen el costo oculto de acostumbrarnos a esta comodidad. Aunque la comodidad es buena, acostumbrarse a ella no lo es, como seres humanos, necesitamos estar listos para enfrentar situaciones inciertas e incómodas porque así es la vida. La incomodidad está en todas partes, y necesitamos aprender a superarla.

Piensa en la incomodidad como el precio que tienes que pagar para mejorar, claro que apesta, pero comerte esa rana te haría más fuerte. ¿Recuerdas la primera vez que besaste a alguien? ¿O la primera vez que subiste a un avión? En esos momentos, probablemente te sentiste muy nervioso y tembloroso, pero a pesar de eso, hiciste lo que tenías que hacer y te volviste más confiado.

Cada día, enfrentamos mucha incomodidad, tareas que no queremos hacer, conversaciones que no tenemos ganas de tener, sentimientos que nos cuesta expresar… La mayoría de las veces, naturalmente caemos en crear una excusa y mirar hacia otro lado. A pesar de que esto es lo “predeterminado”, hacerlo no te llevará a ninguna parte, descuidar cosas importantes no es algo de lo que debas estar orgulloso.

Lo que quiero que saques de este artículo es que cuando algo necesita hacerse, debes cortar las tonterías y hacerlo, sin excusas.

Para concluir el artículo, me gustaría compartir algunas formas de acostumbrarte a la incomodidad y fortalecerte.

  • Toma duchas frías, en serio, sé que suena cliché, pero es una manera increíble de acostumbrarte a la incomodidad. El agua fría se siente horrible por la mañana para todos nosotros, el desafío es aceptarlo y simplemente hacerlo.
  • Recuérdate que eres la única persona capaz de hacerlo. Nadie va a hacer tu trabajo y cuidar de ti, solo tú puedes hacer eso. Con eso en mente, ¿cuál es el punto de descuidarte a ti mismo?
  • Recuerda, solo cuando empujas tus límites, los haces más grandes. Desafíate a hacer cosas que quieres, exponte a lo desconocido y aprende a sentirte cómodo con esa cantidad de presión.
  • Anteriormente, escribí un artículo sobre cómo la única forma de progresar en la vida es practicar y tomar acción. Tal vez quieras leerlo.

Esta es una de las mejores lecciones que he aprendido en 2022 y espero que también te ayude. ¿Te atreverías a luchar por lo que quieres a pesar de la incomodidad, o vas a pasar el 2023 encerrado en tu zona de confort? La elección es tuya, elige sabiamente.

Gracias por leer.